Los Monopostes Publicitarios son un elemento de gran impacto. Debido a su tamaño, su enorme altura y presentación en solitario, generan mucha notoriedad y elevan el estatus de la marca. Un monoposte está formado por un poste o fuste de gran altura y por una pantalla publicitaria visible a muchos metros de distancia. Los hay de muchas formas, pero podemos simplificarlas en las siguientes:
La Publicidad en Monopostes es uno de los sistemas de publicidad exterior más eficientes en cuanto al número de impactos provocados. Aunque los usuarios de la vía, ya sean conductores o peatones, lo contemplan escasos segundos, el mensaje consigue llegar con rotundidad. Hay que añadir que la creatividad del anuncio debe estar bien hecha. Es recurrente que la publicidad deba ser clara y concisa, pero en este tipo de soportes es crucial. Si llenamos el panel con mucho texto corremos el riesgo de perder los impactos.
Existen Monopostes ya instalados dentro de la ciudad de Sevilla, en las carreteras de la Provincia y a la entrada de algunos Pueblos. Si el emplazamiento que te interesa ya existe y está libre podemos entrar. También es posible ponerse en lista de espera. Pero si en el lugar que quieres no hay ningún Monoposte, toca estudiar a ver si se puede colocar. En OZA Publicidad podemos ayudarte a gestionar el estudio y su posterior instalación. Aunque, recuerda que desgraciadamente, no en todos los sitios es posible.
Entre sus principales ventajas podemos nombrar:
Por su tamaño y su altura las miradas se dirigen primero a él. Además están siempre situados en puntos claves de la ciudad y su periferia. Es un elemento de comunicación muy efectivo. Aunque, como hemos comentado antes, es imprescindible que la creatividad esté bien hecha.
Quizás una de los fuertes de este soporte es poderlo ubicar en la zona donde está el público que nos interesa. Puede ser la entrada de un polígono, a las puertas de nuestro colegio, o en una zona densamente transitada en la que nos aseguramos un montón de impactos por minutos dentro de nuestro público objetivo.
Los Monopostes están todas las horas del día, los siete días de la semana. Todo el que pase junto a él lo visionará. Y como la mayoría de personas recorremos los mismos caminos varias veces al día, es posible que lo visionemos a distintas horas reforzando así el mensaje publicitario.
En su relación coste / impacto los Monopostes resultan rentable. Es verdad que resultan algo más caros que las vallas convencionales pero también es cierto que el número de impactos y el recuerdo suele ser superior. Además generan más prestancia que aquellas. Por tanto no sólo transmitimos el mensaje con mayor eficiencia, también lo hacemos desde una posición de notoriedad y altanería. Así, la marca también queda beneficiada.
Aportan mayor notoriedad gracias al dinamismo y una inmejorable visibilidad. La posibilidad de insertar movimiento unido a una brillante pantalla LED lo hace destacar más.
Además, la inmediatez del mensaje permite actualizar la campaña con flexibilidad en la planificación. Eliminamos los gastos de impresión y de fijación. Y no se deteriora con el paso del tiempo, como le pasa al vinilo.
También aportan modernidad a la marca. Y suelen dar información extra al usuario para atraer más las miradas como la hora, la temperatura o el tiempo meteorológico.
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